martes, 27 de marzo de 2012

Cayó del cielo una pestaña...


Sé que ya es tarde, pero me han entrado ganas de escribir, incluso palabras al azar. Frases sin sentido. Si lograría escribir así, estaría bien. De todos modos escribiré como siempre, normal y corriente. ¿Algún problema? Es tarde, sí, y creo que se enfadará mi padre si me ve despierta a estas horas. Eso si que ya seria un problema. Estos días tomé la ciudad bajo ruedas y empezé a darle vueltas por todas partes. Un par de horas. Horas enteras. ¿Porqué estar en casa cuando ahí afuera se esta tan bien? ¿Os puedo contar que luna mas bonita vi estos días? Era tan fina como una pestaña. Sí. Cayó del cielo una pestaña… Una ayer y otra hoy. Era perfecta y brillaban las estrellas a su alrededor. Y yo estaba luchando contra las luces de la ciudad para ver a la mayoría de ellas. Me enfadaba cuando los edificios me quitaban la luna y la escondían detrás suyo. Estaba esperando a que venga alguna nube para que le dibuje una ceja a la luna – como decía mi hermana Diana – pero nunca vino.... 
Estos días no vi nada de lo que me esperaba ver, pero vi otras cosas que no estaban en mi lista de espera. Me alegré. Y aun asi, me subí al longboard y me fui para mi casa. 

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