Cristales de hielo...
Simplemente un sensible diario...
lunes, 20 de marzo de 2017
Ya ni sé cómo empezar
miércoles, 9 de noviembre de 2016
Cuándo mi corazón no conocía otros amores más que el tuyo
martes, 1 de noviembre de 2016
I wrote to you, to your heart!
I wrote to you, to your heart! And I hope the message reaches the right place and not remain on the surface, to fly into oblivion with the very first wind that comes over your heart. But I also don't want it to go much deeper and be covered by all the sand from the storm. No. I want you to keep the message into the safe place of your heart and take care of it. Well, you better take care of both of them. Take care of your heart because it's precious, and take care of the message because it's the one that keeps you heart alive. So, without those words your heart is death, and without a heart, those words have no value.
(Original post found posted on Facebook. November 1, 2011)
domingo, 16 de octubre de 2016
Que sea cierto el jamás
Nunca entiendes verdaderamente el significado de las cosas hasta que no te toca vivirlas. Entonces sabes el valor que tienen las palabras. Yo nunca he entendido mejor el significado de estas palabras hasta ahora. "Que sea cierto el jamás"?
Muchas veces empecé o acabé mis frases con "jamás" y pocas veces acabé cumpliendolas.
Coqueteando con frases como:
Jamás te volveré a ver.
Jamás te volveré a abrazar.
Jamás te volveré a besar.
Jamás te dejaré...
Jamás me perderás.
Jamás volver a caer en lo mismo.
Jamás volveré a creer las mismas mentiras.
Jamás volveré a decir alguna cosa.
Jamás...
Soy capaz de prometer muchos "jamases"... pero no se cuantos de ésos son ciertos. Y eso me da miedo.
El único jamás que tengo cierto y claro es que jamás me conoceré por completo, porque nunca sé de antemano lo que soy capaz de hacer o hasta dónde soy capaz de llegar. Cada vez que trato de poner algún límite me da la impresión que estoy coqueteando con la ideología de "¿Qué tan lejos puedo llegar con ésto y todavía ser salvo?" Ugh...
#thatweirdfeeling
jueves, 13 de octubre de 2016
Perdonar nos hace libres
No soy perfecta ¿Vale? Yo también me equivoco, cometo errores, fallo a la gente. Uso muchas veces un tono inadecuado. No soy perfecta, soy humana. Pero una cosa que sé es qué no lo hago con intención. Yo no voy por la vida con la mentalidad de que cada vez que fallo gano puntos o premios y me lo paso bien. No lo hago por placer y cuando pasa, me lo paso mal.
Si en algún momento de la vida te he fallado quiero que sepas que existe algo que se llama Perdonar y si no sabes cómo se hace, se aprende.
No hace falta que por una vez que te haya fallado me lo devuelvas, siempre que puedas, a gotitas, en frascos pequeños de ironías (para no llamarlo veneno). Una amargura a la que me toque tragar sin poder decir nada o siquiera tener una opinión. Las ironías sobran.
¿Yo, por qué tengo que perdonarlo todo? ¿Por qué tengo que perdonar cada vez, cada gotita de ironía?
¿Qué ganas tu con el hecho de no perdonar un error mio, a cambio de hacerme a mí perdonar muchas ironías tuyas?
Si yo lo hago, si yo perdono, tu también lo puedes hacer. Así que, se valiente. Perdonar es curar, es liberar ¿no?
Seguramente no te gusta vivir encadenado. ¿Qué quieres, que te haga compañía, que sea como tu? Pues no lo hagas. Porque si sigues así es posible que tu veneno haga efecto y se me olvide como perdonar. Acabaremos haciendonos más daño, y ésta vez queriendo.
No quiero ser cómo tu. Quiero ser libre. Quiero vivir en libertad. Déjame ser libre.